Tiene Síndrome de Down, una cardiopatía congénita, hipertensión pulmonar severa y hace poco le diagnosticaron autismo. Pero en mayo la van a operar y su familia organizó una rifa para recaudar fondos.
La lucha de Paz lleva ocho años en los que le pasó de todo. Pero perder la esperanza no parece una opción ni para ella ni para su madre, Tania, quien incansable se sobrepone a cada obstáculo que le ponen por delante, sea por la salud de su hija, por la actitud de algunos médicos o por los devaneos propios de la vida.
Como a Tania no le anticiparon durante su embarazo que Paz tenía Síndrome de Down, se enteró el día en vio a su hija por primera vez, en el hospital. Al mes le descubrieron una cardiopatía congénita e hipertensión pulmonar severa por lo que la beba pasó internada en Neonatología sus primeros días.
Ante la incertidumbre de los primeros diagnósticos, Tania decidió llevar a su hija al Garraham gracias a la obra social de su padre, que se hizo cargo del tratamiento. Así estuvo hasta los cuatro años, cuando la fábrica en donde trabajaba el abuelo de Paz cerró y toda la familia se quedó sin cobertura médica.
El paso, entonces, fue llevar a la nena al hospital Santísima Trinidad, de Córdoba, donde los recuerdos no son los mejores. “Nunca la podían operar, nunca le podían hacer nada porque siempre que llegábamos allá o iba con fiebre por el viaje en colectivo o algo le pasaba”, recordó la madre.
La salud de Paz es totalmente frágil. Se enferma constantemente por broncoespasmos, bronquiolitis, neumonía; pasa mucho tiempo internada o cuidada de manera extrema para evitar los contagios. Por ejemplo, en esta época no puede ir a la escuela porque el contacto con sus compañeros podría empeorarla.
“En Córdoba detectaron la hipertensión pulmonar severa. Ahora está con tratamiento, que empezó hace unos años, pero en realidad tendría que haber empezado mucho antes, pero no se la habían descubierto”, se lamentó Tania.
En noviembre del año pasado los médicos cordobeses le dijeron a la madre que ya no podían hacer nada por la nena. “Así de duro fue, me dijeron que sabía que podía ser difícil para mí pero que cualquier cosa que hicieran por ella, tenía riesgo de muerte”.
Tania prefirió escuchar una segunda opinión y volvió al Garraham. “Tuve que pelear un montón hasta que finalmente la derivaron”, dijo la madre que en enero pasado consiguió que la nena sea nuevamente atendida en el hospital porteño. “La vieron la de hipertensión pulmonar –recordó- le hicieron estudios y me dieron alguna esperanza”.
Esa esperanza tendrá forma más concreta el 5 de mayo, la fecha que le dieron en el hospital para la operación. Antes, el 28 de abril tienen que viajar para hacer la valoración, por lo que la familia de Paz organizó una rifa para costear los muchos gastos que tienen hasta la intervención. “Vamos a estar dos o tres semanas en Buenos Aires”, dijo la madre, que además tiene otros dos hijos que se quedarán en San Luis, al cuidado de otros familiares.
Tania es madre soltera, no consigue trabajo, el papá de Paz se fue de la provincia y, para colmo, hace tres semanas los médicos diagnosticaron que la nena tiene un nivel alto de autismo. Cualquier ayuda o compra de los números de rifa se pueden hacer al alias de Mercado Pago Taniapamela21.
“El pulmón de Paz ha dejado de funcionar, le falta el oxígeno y se pone morada a cada rato. Antes, era muy activa y ahora apenas camina un poco se empieza a cansar”, describió la madre que aclaró que la operación de mayo, aunque compleja, serviría para mejorar mucho la calidad de vida de la nena.