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De camino a Rusia para reunirse con el Presidente Vladimir Putin, el líder norcoreano eligió viajar en tren, en un tren con algunas características inusuales.
Cuando los servicios de inteligencia exteriores buscan pruebas de la salida del líder norcoreano Kim Jong Un en un viaje al extranjero -como su viaje a Rusia esta semana para reunirse con el presidente Vladimir Putin-, siempre buscan el paradero de un tren pintado de un verde monótono.
Uno de estos trenes fue visto el lunes en dirección norte, cerca de donde se encuentran las fronteras de Corea del Norte, Rusia y China.
Se dirigía a Vladivostok, donde Putin asiste a un foro económico.
El martes, los medios de comunicación estatales norcoreanos confirmaron que Kim había salido en tren de Pyongyang, la capital del Norte, con destino a Rusia.
El tren verde que buscan los funcionarios es el especial a prueba de balas que Kim -y su padre y su abuelo, que gobernaron Corea del Norte antes que él- han utilizado para visitar China, Rusia o la antigua Unión Soviética.
Se dice que los miembros de la familia no confiaban en poder realizar un viaje seguro de larga distancia utilizando una de las decrépitas flotas de viejos aviones de pasajeros de la era soviética de su país.
Aunque gran parte del último viaje de Kim sigue siendo un misterio, esto es lo que sabemos sobre el tren:
Más potente que una bala, pero mucho más lento
Gran parte de lo que se sabe sobre el tren procede de informes de inteligencia, recuerdos de funcionarios a los que se permitió viajar a bordo en épocas anteriores y raras imágenes de los medios de comunicación estatales.
Se cree que hay al menos 90 vagones de alta seguridad a disposición del líder, según un informe de prensa de Corea del Sur de 2009 que se basaba en información clasificada.
Según el informe, redactado durante la época del padre de Kim, Kim Jong Il, cada vez que viaja el líder circulan tres trenes: un tren de seguridad avanzada, el tren del líder y un tercero que transporta guardaespaldas y suministros adicionales.
Cada uno de los vagones es a prueba de balas, lo que los hace miles de kilos más pesados que la media.
Ese peso adicional se traduce en un viaje lento.
Se calcula que los trenes alcanzan una velocidad máxima de sólo 60 km por hora.
En tiempos de Kim Jong Il, según el informe de 2009, 100 agentes de seguridad viajaban en el tren de avanzada, registrando las estaciones en busca de bombas y otras amenazas y comprobando la seguridad de la vía.
Además, helicópteros y aviones militares sobrevolaban la zona para proporcionar más seguridad.
Según el informe, se han construido veinte estaciones de tren en toda Corea del Norte sólo para uso personal del líder.
Todas las comodidades
Los medios de comunicación estatales de Corea del Norte cubrieron ocasionalmente a los líderes desde el interior del tren, ofreciendo una rara visión de algunos de los muchos vagones especializados.
Cuando Kim Jong Un realizó su primera visita de Estado a China en 2018, se reunió con un alto funcionario chino que subió a su tren en un vagón forrado con gruesos sofás rosas.
En 2015, se vio a Kim Jong Un sentado ante una larga mesa blanca en lo que parecía ser una sala de conferencias.
En un vídeo similar de 2011, se ve a su padre, Kim Jong Un, celebrando un juicio en el mismo compartimento.
En el vídeo más antiguo se ve claramente un televisor de pantalla plana, y en el más reciente, una computadora portátil.
En las imágenes de los viajes del mayor de los Kim, se ve al líder en un vagón de espectadores con asientos de felpa, dirigiendo una reunión en un vagón comedor y asistiendo a un banquete en un vagón con paneles de madera oscura.
En esas imágenes, Kim está sentado ante una mesa repleta de comida mientras actúan artistas vestidos de esmoquin y trajes de noche.
El vagón de oficina del ex líder, que incluye un escritorio y una computadora, se conserva como exposición de museo en el Palacio del Sol Kumsusan, el mausoleo de Kim Jong Il en Pyongyang.
Langosta, vino y “damas de compañía
Se rumorea que Kim Jong Il tenía miedo a volar y prefería viajar en su tren, equipado con moderna tecnología de comunicaciones y un amplio personal que atendía sus caprichos.
“Era posible pedir cualquier plato de la cocina rusa, china, coreana, japonesa y francesa“, escribió Konstantin Pulikovsky, un funcionario ruso que viajó con el ex líder durante un viaje por Rusia en 2011.
Kim insistió en que se entregaran langostas vivas y otros manjares frescos al tren cuando atravesaba Siberia en sus viajes a Rusia.
Las cajas de vinos de Burdeos y Borgoña llegaban por avión desde París, relató Pulikovsky en sus memorias del viaje, “Orient Express”.
Cuando se aburría, Kim recurría a un grupo de animadoras conocidas como “conductoras” que le cantaban serenatas en coreano y ruso.
Se desconoce qué hace su hijo, Kim Jong Un, para alimentarse y entretenerse a bordo, pero se sabe que el apetito del joven Kim rivaliza con el de su padre.
Al parecer, prefiere el queso suizo, el champán Cristal y el coñac Hennessy.
Tragedias en las vías
El tren ha sido el centro de varios acontecimientos trágicos en la historia moderna de Corea del Norte.
Más de 160 personas murieron en Ryongchon, cerca de la frontera china, en abril de 2004, cuando trenes cargados de material combustible explotaron a causa de una colisión o un fallo eléctrico.
Hubo rumores iniciales de que la explosión formaba parte de un atentado contra la vida de Kim Jong Il, ya que el tren del líder había pasado por la ciudad horas antes.
Según los medios de comunicación estatales, más tarde moriría a bordo de su tren tras sufrir un infarto en diciembre de 2011.
Tras convertirse en líder, Kim Jong Un visitó China en cuatro ocasiones y Vietnam en una, todas ellas en tren.
También visitó Rusia en tren y se reunió con Putin en 2019.