Es docente e investigador de la UBA. Además, es secretario de Asuntos Sociales y paritario nacional de la Conadu Histórica (CTA).
–¿En qué situación se encuentra hoy la universidad pública, a once meses del gobierno de Milei?
–La universidad pública, el sistema científico-tecnológico y toda la educación en general se encuentran en la peor situación desde el retorno de la democracia. Esto no significa que no haya habido ajustes o transferencias previamente. Pero la situación de desfinanciamiento de la educación pública no había nunca conocido estos extremos. Hoy el gasto en universidad araña el 0,40% del PBI. En países vecinos como Chile y Brasil, supera el 1,30% y en Alemania, el 1,5%. También existe, y hay que decirlo, el autoajuste de las autoridades universitarias. En estos días se ha producido la reforma del sistema curricular de las carreras de Economía y Administración en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA. Han cerrado la cátedra de Economía y Derechos Humanos, mostrando una adaptación al proyecto de Milei.
–¿Cómo es la situación salarial de los docentes?
–Hoy un ayudante simple con hasta diez años de antigüedad cobra por cada curso entre 180.000 y 210.000 pesos. Se pagan salarios de indigencia. Representa una pérdida salarial, según cargo y ubicación geográfica, de entre 60 y 70 puntos. Este es el peor ajuste salarial en la universidad pública, incluida la última dictadura cívico, militar y eclesiástica.
–¿Desde hace cuánto que viene el ajuste en la universidad?
–El recorte viene desde la devaluación de Axel Kicillof, de febrero de 2014. Para tener el mismo nivel de gasto por estudiante de 2012 haría falta hoy triplicar el presupuesto. En lo que hace a los salarios docentes, necesitaríamos un aumento de 100% para tener el mismo valor de diciembre de 2015. Lo mismo con los no docentes pero en 2014.
–El gobierno dice que la plata alcanza para los gastos de funcionamiento.
–Es una trampa. La negociación de los rectores después de la marcha del 23 de abril no aumentó las becas y hubo cero pesos para la investigación, extensión e infraestructura. ¿A dónde fue el aumento del 270%? Fue a pagar los tarifazos en las prestatarias de servicios públicos.
–¿Cómo es la situación universitaria con respecto al Presupuesto 2025?
–En el proyecto que enviaron, crece 100% el pago de intereses de la deuda pública y 94% los gastos en inteligencia. Se fortalecen la usura para los títulos de deuda y se refuerza la inteligencia y la seguridad para poder aplicar ese plan. ¿Qué pasa con la universidad? Se congela el presupuesto actual, se lo deja en un 0,48% del PBI.
–¿Cómo sigue esto?
–La lucha de estudiantes, docentes, no docentes, investigadores junto al pueblo argentino ha sido descomunal. Más allá de los límites que existieron por el rol de la burocracia sindical y los rectores. Una gran noticia es que el 12 de noviembre vamos a ir a Plaza de Mayo y a muchas plazas del país. Esto va a continuar durante 2025. «