La magistrada ratificó que las pruebas recolectadas confirmaron el asesinato del ex fiscal de la causa AMIA y explicó los motivos por los que abandonó la querella
Luego de que el fiscal Eduardo Taiano a cargo de la investigación sobre la muerte de Alberto Nisman concluyera que el caso se habría tratado de un homicidio motivado por haber estado a cargo de la causa AMIA, la jueza federal Sandra Arroyo Salgado planteó que “difícilmente se llegue a los autores materiales”, tras haberse cumplido el décimo aniversario del día que fue encontrado sin vida. “No pierdo las esperanzas”, afirmó.
Incluso, la jueza invitó a las personas que descreían que se hubiera tratado de un homicidio a volver a escuchar la última entrevista que Nisman brindó días antes de ser hallado muerto en el baño de su departamento de Puerto Madero. “Van a entender, hoy a diez años, mucho de lo que pasó. No solo con su asesinato, sino con la terrible campaña de desprestigio posterior motorizada desde los estamentos más altos del gobierno de turno”, aseguró, tras apuntar contra la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner y el resto de sus funcionarios.
De hecho, Arroyo Salgado relacionó los acontecimientos con las amenazas previas al crimen que habían recibido vía mail, debido a que apuntó que en esos documentos les habrían anticipado todo lo que iba a ocurrir. Desde la salida del ex espía de la SIDE y colaborador del fiscal, Jaime Stiusso, su desplazamiento de la UFI AMIA y, finalmente, su muerte. “Jamás se hubiera animado a poner fin a su vida”, manifestó.
Respecto a la investigación inicial encabezada por la fiscal Viviana Fein y cómo se realizó el procedimiento de recolección de pruebas, en donde se estipula que más de 80 personas que circularon en la escena del crimen, Arroyo Salgado manifestó haber sentido mucho enojo. “No lo podía creer y me desesperaba poder, desde mi lugar como madre de Iara y Kala, poner todo mi conocimiento y experiencia que podía aportar a la fiscal y a los jueces”, recriminó al revelar que no tuvieron receptividad de su parte.
De la misma manera, denunció haber pedido que no realizaran la autopsia antes de que pudieran designar peritos de parte. “No es un favor que estaba pidiendo, sino que es un deber que tenemos todos los fiscales y jueces de notificar a la familia de la víctima”, explicó al indicar que era un imposible analizar ciertas partes del cuerpo en una segunda necropsia.
“Cuando desde un primer momento se hicieron las cosas tan mal, difícilmente se llegue a los autores materiales, no pierdo las esperanzas”, sentenció la jueza federal al recordar la serie de irregularidades que recubrieron a la investigación por la muerte de Nisman.
Asimismo, argumentó que había renunciado a la querella en 2018, debido a que la única motivación que tenían tanto ella, como sus hijas, en qué circunstancias habían sucedido los acontecimientos. Un homicidio que se determinó ese mismo año, por lo que apuntó que “hoy es función de la Justicia” continuar con el proceso correspondiente.