-
Esperan que la región del Litoral enfrente el segundo fenómeno El Niño más fuerte de la historia.
Las Cataratas del Iguazú registran una crecida histórica y por primera vez Parques Nacionales decidió el cierre del recorrido por la suba del agua, que entre el domingo y lunes arrasó con 60 tramos de las pasarelas que conducen a la Garganta del Diablo. En las últimas horas, las autoridades evaluaban los daños y el estado del circuito para definir la reapertura del paseo, que no sería antes del jueves. En ese contexto, el escenario no es nada alentador de cara a los próximos meses y la causa tiene que ver con el fenómeno meteorológico El Niño.
Inundaciones como la registrada este fin de semana en las Cataratas podrían repetirse al menos hasta el mes de abril, fecha en que empezaría a declinar el poderoso fenómeno del Niño, que afecta a toda la región desde hace dos meses. Hasta entonces se estima que se duplicarán las lluvias y podrían generarse fuertes tormentas, caída de granizo e incluso tornados.
Precipitaciones frecuentes y superiores a los 150 milímetros golpean principalmente en los estados brasileños de Mato Grosso, Paraná, Santa Catarina y Rio Grande do Sul; además de una parte de Paraguay, Argentina y Uruguay.
El meteorólogo Favio Cabello, director de la Oficina de Prevención de Desastres Naturales de Posadas, sostuvo que si se cumplen los pronósticos, la región enfrentará el segundo fenómeno El Niño más intenso de la historia. “Va a desplazar al fenómeno que se registró en período 1982/1983” y que provocó grandes inundaciones en todo el Litoral.
“Todos los centros climáticos del mundo coinciden en que el fenómeno va a ser muy fuerte” en la región, sostuvo Cabello. “Se habla de un índice 2.1 y el mayor registrado en nuestro país fue de 2.4 en octubre de 1998”.
“Como los tornados y los huracanes tienen sus escalas, los fenómenos de El Niño tienen un índice que nos indica su intensidad: de 0 a 0.5 es débil, hasta 1.5 se lo considera moderado y de más de 1.5 es fuerte. En estos momentos estamos en 1.6 y se estima que entre diciembre y fines de enero vamos a llegar a 2.1”, explicó.
“Hasta el otoño vamos vamos a tener entre un 100 y 200% más de lluvias. Es decir que entre noviembre y diciembre en la región tendríamos unos 1.800 milímetros de lluvia”, dijo el meteorólogo, que es miembro de la Asociación Internacional de Meteorología y experto en cambio climático y gestión de riesgo.
Como ejemplo, Cabello dijo que en octubre Posadas registró 489 milímetros de lluvias, un 120 por ciento más del promedio histórico para ese mes, convirtiéndose en el más lluvioso de los últimos 25 años. Este mes Misiones y las regiones circundantes sufrieron eventos meteorológicos severos: fuertes tormentas, granizo y lluvias muy intensas en cortos períodos. “Esto se va a mantener en los próximos meses. Los ríos no van a bajar mucho porque se van a mantener las lluvias”, insistió.
Cataratas del Iguazú: el pronóstico a corto y mediano plazo
Cabello sostuvo que en la región son habituales las lluvias en temporada primaveral pero “ahora está potenciado por El Niño. Esta situación se va a mantener hasta abril o mayo, bien entrado el otoño. Y en esos meses vamos a tener también efectos tornádicos, corrientes descendentes de vientos, tormentas destructivas y granizo”.
“Entre el jueves y viernes vuelven las lluvias intensas en las cuencas de nuestros ríos. Se estima entre 100 y 150 milímetros pero en algunos lugares puede llegar a los 200 milímetros”, advirtió.
El último Fenómeno del Niño en la región se dio en el período 2015/2016 “pero fue muy moderado. Hubo algunas lluvias más intensas pero pasó casi inadvertido por la gente”, afirmó.
Desde que se inició el fenómeno, Misiones ya padeció el desborde del río Uruguay y ahora sucedió algo similar con el Iguazú y el río Paraná. La central hidroeléctrica de Yacyretá ya abrió sus compuertas y empezó a bajar el nivel del lago para intentar contener parte de la inundación que baja por el Paraná.
Si bien el nivel del río Iguazú comenzó a bajar, desde el jueves la central hidroeléctrica de Itaipú, aguas arriba de Puerto Iguazú, comenzará a liberar agua que acumuló a través del denominado “sistema de espera”. Y el impacto se sentirá con fuerza en el río Paraná.
MG