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Diabetes: la bandera roja de la prediabetes y cuándo y cómo se puede lograr la remisión

  • La diabetes no se cura, pero puede remitir con cambios de hábitos.

¿Qué gusto tiene la sangre? Probablemente nos cueste describirlo y respondamos en base a los recuerdos de la infancia, a esas experiencias con “cascaritas” desprendidas que los adultos nos decían que no debíamos tocar, rascar, y mucho menos, lamer. “Salada”, nos devolverá la memoria. Algo metálica, dirán los más detallistas. Dulce no. La sangre no debe tener exceso de azúcar.

Sin embargo, cada vez más personas y a edades cada vez más tempranas desarrollan diabetes o prediabetes, es decir que tienen sus niveles de glucosa (azúcar) en sangre elevados lo que, a largo plazo, produce daños graves en el corazón, los vasos sanguíneos, los ojos, los riñones y los nervios.

Eso se traduce en que los adultos con diabetes tienen un riesgo 2 a 3 veces mayor de infarto de miocardio y ACV. La neuropatía de los pies combinada con la reducción del flujo sanguíneo incrementan el riesgo de úlceras de los pies, infección y, en última instancia, amputación. Mientras que la retinopatía diabética es una causa importante de ceguera. La diabetes, asimismo, se encuentra entre las principales causas de insuficiencia renal.

En Argentina, casi el 13% de los mayores de 20 años vive con diabetes, lo que equivale a unas 4 millones de personas, prevalencia que se encuentra en constante ascenso en las últimas décadas, en consonancia con el crecimiento del sobrepeso, la obesidad, que favorecen el avance de la diabetes mellitus o tipo 2, la más frecuente.

“Lo más preocupante es que el 45%de las personas con diabetes desconoce su diagnóstico y eso hace que no puedan tomar ninguna iniciativa de cuidado respecto a su enfermedad”, advirtió Carla Musso, vicepresidenta de la Sociedad Argentina de Diabetes (SAD).

Pero no solo se ignora el diagnóstico de diabetes. También se subestima o se minimiza el impacto de la obesidad como factor predisponente, destacó Martín Rodríguez, presidente de la SAD.

En Argentina, 6 de cada 10 personas están por encima de su peso saludable. “Algo llamativo, según hemos visto en un estudio, es que el 68% de las personas que tienen sobrepeso u obesidad consideran que su peso es normal o ligeramente elevado, o sea no hay una conciencia de lo que implica la obesidad“.

Rodríguez remarcó que no se debe “banalizar” la obesidad: “Es una condición patológica, al igual que el sedentarismo. Movernos es una condición inherente al ser humano y la hemos ido perdiendo con los años”.

En ese sentido, apuntó que el 65% de las personas con obesidad no realiza la actividad física mínima recomendada y señaló que dada la alta prevalencia de ambos factores (exceso de peso+sedentarismo, sumado a algunos otros), en Argentina, un tercio de la población, aunque lo perciba, presenta “riesgo elevado” de desarrollar diabetes.

medir riesgo desarrollar diabetes tipo 2

A raíz de eso, en una reunión con periodistas de la que participó Clarín en vísperas del Día Mundial de la Diabetes -que se conmemora el 14 de noviembre- Musso y Rodríguez hicieron hincapié en la importancia de conocer el diagnóstico (sobre todo las personas en mayor riesgo de desarrollarla), en que la prediabetes también reviste seriedad, en que hay que salir de la mirada glucocéntrica de la diabetes y en las medidas claves para prevenir la enfermedad. Respondieron también si es posible la remisión, en qué instancia y cómo se logra.

¿Cómo sé si tengo diabetes?

La diabetes no da síntomas hasta que se encuentra en un estadio avanzado, cuando el daño ya es muy severo. Por eso, evaluar en forma periódica los niveles de glucosa en sangre permite arribar a un diagnóstico temprano, lo que abre un mayor margen para adoptar medidas de cuidado que permitan evitar la progresión de la enfermedad y sus consecuencias.

El chequeo es particularmente importante en quienes tienen riesgo elevado de desarrollar diabetes: personas con antecedentes familiares de primer grado (madre/padre con diabetes); con sobrepeso, obesidad o que sean sedentarias; mayores de 35 años con hipertensión arterial, colesterol HDL bajo o que presenten algún grado de depresión; mujeres que haya tenido diabetes gestacional o hijos nacidos con más de 4 kilos.

“Las personas que tengan alguna o varias de esas condiciones deberían acercarse a su médico para que les indique análisis de glucemia o un estudio de glucosa en sangre”, aconsejó Musso.

¿Cómo se diagnostica la diabetes? “El diagnóstico se hace cuando una persona tiene dos glucemias mayores o iguales a 126 mg/dl, es decir, un análisis de sangre con 8 horas de ayuno. O si no, por la prueba oral de tolerancia a la glucosa, que da una glucemia mayor o igual a 200 mg/dl”, precisó la médica endocrinóloga, coordinadora del Servicio de Diabetes de la Fundación Favaloro.

Prediabetes, bandera roja y oportunidad en la frontera

¿Y qué ocurre con quiénes están en el límite? Que no llegan a valores de diabetes, pero que se encuentran en la frontera.

Aquellas personas con factores de riesgo que presenten una glucemia alterada en ayunas entre de 100 y 125 mg/dl o valores de tolerancia a la glucosa entre 140 a 199 mg/dl, se considera que tienen prediabetes, “que no es una preenfermedad, sino una enfermedad en sí misma”, aclaró Musso.

La especialista explicó que “las complicaciones que teóricamente se creía que aparecían en el momento en que había diagnóstico de diabetes, se vio que aparecen ya en esta situación de prediabetes, tanto las macrovasculares (como la enfermedad cardiovascular y el ACV), como las microvasculares (retinopatía, la nefropatía)”.

“Por eso la idea es poder actuar ya en prediabetes. Actuar quiere decir implementar cambios de hábitos para poder evitar la progresión. Y si fuera necesario, indicar medicación, ya que hay fármacos autorizados para esta etapa también”, señaló la vicepresidenta de la SAD.

“Si intervenimos en la prediabetes -donde ya hay riesgo- podemos reducir el pasaje a diabetes. Lo más importante es actuar previamente en la población general atacando la obesidad y el sedentarismo como política de Estado”, subrayó Rodríguez.

La buena alimentación constituye un factor clave en los hábitos saludables. Foto Shutterstock.La buena alimentación constituye un factor clave en los hábitos saludables. Foto Shutterstock.

Para demostrar el impacto que pueden tener esas medidas en el control de los factores de riesgo recurrió a los resultados observados en un estudio del Programa Nacional de Prevención de Diabetes de Estados Unidos: “Sin hacer ninguna intervención o haciendo una intervención mínima, 10% de las personas con prediabetes pasaba a tener diabetes en un año. Mientras que realizar una intervención del estilo de vida -que involucra la realización de dos horas y media de actividad física por semana y bajar del 7% al 10% del peso- redujo en un 58% ese pasaje a diabetes“.

Cómo se previene la diabetes tipo 2

Entre las modificaciones en el estilo de vida que forman parte del tratamiento no farmacológico de la diabetes se resumen en seis variables contenidas en el último consenso la Asociación Americana de Endocrinólogos Clínicos (AACE), compartido por la SAD.

. Plan de Alimentación sano

“Entre otras medidas, hay que incrementar el consumo de frutas y verduras”, enfatizó Rodríguez, y reducir el de alimentos ultraprocesados.

. Actividad física

“El ejercicio es la verdadera polipíldora para la salud cardiovascular”, afirmó el presidente de la SAD.

“Algunos programas de prevención de diabetes establecieron un mínimo de 150 minutos semanales, o sea, dos horas y media de una actividad aeróbica de intensidad moderada como puede ser caminar a 4 kilómetros por hora“.

“Tal vez no sea estrictamente necesario ir al gimnasio o salir a caminar todos los días una hora (lo cual está muy bien), pero sí levantarnos periódicamente de la silla y caminar dos/tres minutos, usar las escaleras”, recalcó el médico.

“Son fundamentales la actividad física programada y el comportamiento no sedentario. El solo hecho de cambiar de estar totalmente quieto a moverse un poco ya cambia la epidemiología, el riesgo de de muerte, las curvas comienzan a mejorar con un movimiento mínimo. Llegar a 150 minutos/ 300 minutos por semana es el objetivo más importante, pero dejar de estar quietos ya es un avance”.

. Sueño adecuado

“Hoy en día la gente duerme poco y esto también condiciona el riesgo de padecer diabetes, obesidad y también predispone a un mal control.”

. Cesación tabáquica

“Si bien ha bajado el número de personas que fuman, continúa siendo un flagelo”, manifestó el médico.

. Reducción de la ingesta de alcohol.

“Se ha incrementado durante la pandemia y es otra condición que favorece el desarrollo de diabetes, obesidad y su mal control.”

. Abordaje y manejo de la depresión

“Es un trastorno frecuente en la población y más frecuente aún en las personas con diabetes”, destacó el profesional.

La mirada glucocéntrica no va más

Otro de los puntos que destacan desde la SAD es la importancia de mantener bajo control no solo la glucemia, como si la diabetes se tratara de una condición aislada, sino también el colesterol y la presión arterial.

“Sabemos que en la diabetes no se trata solo de controlar la glucosa, hay que salir de esta mirada glucocéntrica que teníamos hace algunos años”, subrayó Musso.

El ejercicio es fundamental. Foto Shutterstock.El ejercicio es fundamental. Foto Shutterstock.

“Hoy sabemos que en la persona con diabetes debemos controlar el colesterol, el peso corporal, la presión arterial y la antiagregación si fuera necesario (evaluar si necesita medicación para evitar la formación de trombos); mirar al paciente como un todo.”

“Los factores de riesgo cardiovascular deben ser evaluados en forma sistemática, por lo menos una vez al año, así como los marcadores de enfermedad renal (la albuminuria es una determinación muy fácil de hacer y da mucha información)”, sumó la endocrinóloga.

Los tratamientos actuales acompañan esa tendencia a salir de la mirada glucocéntrica. “Hoy tenemos nuevas medicaciones que ayudan a disminuir el riesgo de la enfermedad cardiorrenal y para el tratamiento del sobrepeso y la obesidad. Esperamos que esto se traduzca en menores tasas de complicaciones en las personas con diabetes”.

Curación no, remisión sí

¿Es posible la curación de la diabetes? No. Pero la remisión sí, afirman los especialistas.

“Remisión implica no tener que tomar más la medicación y lograr niveles de prediabetes o -idealmente- de normalidad, que es más difícil”, explicó Rodríguez.

¿Por qué no es curación? Porque es una condición reversible. “Aquella persona que logró remitir la diabetes, si vuelve a engordar y a quedarse quieto, la diabetes reaparece”.

¿Cómo se logra la remisión? “Con pérdida de alrededor de 10% del peso a través de cambios en la alimentación y la actividad física. Hoy en día la cirugía bariátrica ha mostrado también buenos avances, pero se limita a un muy pequeño porcentaje de la población, así que la remisión es a través de dieta y ejercicio, no hay otra solución por ahora”.

La remisión no se da en cualquier etapa de la enfermedad. “Es en los estadios más tempranos cuando esta estrategia tiene eficacia, no así cuando un paciente con diabetes ya lleva muchos años de enfermedad”, sostuvo Rodríguez.

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