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La parálisis del mercado inmobiliario suma perjudicados en la Ciudad y el GBA.
Las páginas web de venta y alquiler de propiedades lo muestran: la oferta se cae a pedazos y los que están disponibles, sobre todo para alquilar, piden precios exorbitantes y hasta en dólares. Y al haber poco movimiento la cadena de perjuicios se extiende a los diferentes rubros involucrados. Es el caso, por ejemplo, de las empresas de mudanza. Según fuentes del sector, hay quienes notan una disminución de hasta el 80% en la actividad, que se refleja en que pasaron de hacer 15, a entre 2 y 4 servicios por semana.
Nicolás Danada, gerente de ventas de “La Mudancera”, analizó la situación: “Ya por la realidad económica, el mercado inmobiliario se encuentra pasando una situación complicada y eso nos impacta negativamente a nosotros”, dijo.
La empresa en la que trabaja lleva más de 40 años en el mercado. Afirma que atravesaron varias veces por situaciones similares. “Generalmente, las primeras semanas del mes hay muy poca demanda, pero a fin mes crece un poco más. Creemos que se debe a la no renovación de los contratos en los alquileres”, explicó a Clarín.
Por su parte, Miguel Palacio, de “Mudanzas Palacio” consideró que, luego de la pandemia y hasta el momento, se redujo un 80% el trabajo. “Mermó mucho, también tuvo que ver que se juntó todo: la crisis de los alquileres, los aumentos y todo lo que pasa actualmente. La gente se muda menos”, mencionó.
Sobre el nivel de la demanda, Palacio señaló que “antes, por semana, había entre 10 a 15 mudanzas: ahora pasó a entre 4 y 2, pero a veces uno o ninguno”. “Tenemos la empresa desde los 90. He vivido todas las crisis, pero nunca como esta”, remarcó.
Esteban Cordero, por su parte, de “Mudanzas 2001”, aseguró: “Últimamente hay muy pocas mudanzas de compraventa, porque la mayoría son de alquiler. La cantidad bajó muchísimo”.
“La actual situación en el mercado inmobiliario de Buenos Aires plantea un desafío con un impacto particularmente profundo en los inquilinos y las empresas de mudanza”, opinó Sebastián González, de Transportes Argentinos.
Y agregó: “Independientemente de si las personas encuentran o no una propiedad, en algún momento necesitarán mudarse. Las razones varían y van desde la finalización de contratos de alquiler hasta la venta de propiedades. Hemos recopilado cantidad de testimonios que reflejan los desafíos tanto emocionales como financieros que implica encontrar y asegurar una propiedad en el mercado actual”.
Mudarse a la casa de los padres
Cuando las personas contratan un servicio de mudanza, las variables son muchas, pero según González hay motivos que son recurrentes. “Desde el año pasado, tras la pandemia, hemos observado una tendencia notable: muchos clientes regresan al hogar de sus padres, familiares o amigos, o se mudan a lugares más pequeños. Estos cambios resaltan la dificultad de encontrar propiedades en alquiler”, puntualizó.
Cuando las esperanzas de volver a encontrar un departamento ya son nulas, las personas que alquilan en la Ciudad y son del Conurbano o del interior del país, se encuentran con el dilema de qué hacer con todas las cosas que pudieron comprar para su antiguo departamento. “Muchos inquilinos nos piden nuestro servicio de guardamuebles porque no logran conseguir con facilidad un nuevo hogar”, enfatizaron desde “La Mudancera”.
Según Sebastián González, dice que a diferencia de lo que pasó con las mudanzas, “el servicio de guardamuebles fue en aumento, tanto en Capital como en la Provincia de Buenos Aires. “Aproximadamente el 5% de nuestros clientes eligen resguardar sus pertenencias en nuestros guardamuebles”.
Es una opción para aquellos que deben volver a lo los padres y agruparse con amigos o parejas para hacerle frente a la crisis de los alquileres.
Pero trae aparejado otro gasto. “Por mes, un espacio de almacenamiento con capacidad para el contenido de una vivienda de 3 ambientes, equivalente a 35 metros cuadrados, tiene un costo de $ 67,000. En el caso de propiedades más amplias, con 5 o 6 ambientes, ofrecemos contenedores a un precio aproximado de $ 116,000”, detalló González.
Por último, Cordero, de “Mudanzas 2001”, aporta otro dato al fenómeno. “En comparación con los inquilinos argentinos, los que más se mudan son los extranjeros que vinieron desde Venezuela o Brasil. Hacen mudanzas más chicas, porque alquilan departamentos temporarios que por lo general ya están amueblados”, sintetizó.