Los primeros visitantes del lugar se sorprendieron porque el primer día de funcionamiento estaban los libros, pero no la bebida.
Habituados a hacer las cosas a medias, los funcionarios del área de Cultura del gobierno provincial inundaron sus redes sociales con la inauguración de un café literario que abrió sus puertas el miércoles a la mañana.
Quienes asistieron al acto de inicio, en su mayoría empleados de las diversas áreas del ministerio más algunos interesados en la literatura provincial, vieron los libros de autores puntanos perfectamente acomodados en los estantes, observaron las sillas y las mesas impolutamente blancas, conversaron de literatura, pero cuando pidieron un café recibieron la respuesta lacónica de los empleados: “No hay”.
La situación fue contada por al menos dos personas que quisieron vivir la experiencia completa que invita un café literario, tan simple como leer y tomar café pero solo pudieron ver los ejemplares que hay en el edificio de San Luis Libro, ubicado en el Antiguo Templo de Santo Domingo, en su mayoría editados en los últimos 10 años.
Los visitantes recibieron además otra respuesta que los sorprendió: durante febrero el espacio atenderá solo por la mañana y para visitarlo tienen que pedir turno por la Autopista de la Información.
La iniciativa de San Luis Libro se puso en vigencia apenas un mes después de que en la ciudad abriera otro café literario, un emprendimiento privado, que tiene la intención de captar un público que no tenía opciones de mezclar esos dos placeres.
Se trata de “Atípica”, ubicada en San Martín 842, un espacio que revive la inolvidable librería Atípica, que durante años funcionó en la misma calle, pero antes de llegar a Ayacucho. Allí sí se puede tomar un libro de cualquier género –tiene muy buen material de Filosofía- y degustar un café. Y del bueno.