El nuevo arzobispo Jorge García Cuerva habló ante miles de fieles en el santuario ubicado en el barrio de Liniers.
Ante miles de fieles que fueron hasta San Cayetano a pedir trabajo, el nuevo arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, advirtió el impacto que tiene la inflación en la economía de los trabajadores: “No hay bolsillo que alcance”.
En su homilía frente al Santuario de San Cayetano, en el barrio porteño de Liniers, García Cuerva alertó que “lo que te llevás al bolsillo se lo come la maldita inflación”.
“Le pedimos a San Cayetano un trabajo digno y bien remunerado. Le pedimos paz para nuestro pueblo atravesado por la violencia social y económica. La inseguridad de no tener un futuro alentador ni esperanza para hijos y nietos”, enfatizó el Arzobispo.
Y agregó: “Le pedimos pan, porque aunque muchos tienen trabajo, no alcanza. Los alimentos, como todo, aumentan. Como decía mi abuelo, ‘no hay bolsillo que alcance'”.
“Le pedimos a San Cayetano mejor pan porque no nos podemos resignar a que nuestras familias más pobres vivan a polenta, fideos y arroz”, remarcó el reemplazante del cardenal Mario Poli.
“Hoy, San Cayetano, estamos más pedigüeños que nunca. Hoy, como cada 7 e agosto, te pedimos trabajo, pero te pedimos más, te pedimos mejor trabajo”, resaltó.
En el escenario montado frente al Santuario, le dedicó gran parte de su homilía a los “grandes laburantes no siempre reconocidos ni valorados” y pidió por un “trabajo digno, bien remunerado” para ellos. “Pienso en quienes trabajan en el reciclado juntando cartones muchas horas al día, y que con mucho esfuerzo los suben a sus carros, los venden, y así llevan el pan a sus mesas familiares”, ejemplificó.
García Cuerva llamó a pensar en todos aquellos que viven en situación de precariedad con “trabajo mal pago, en negro o trabajo esclavo” que los “aleja de familiares y amigos”.
“No nos queremos conformar, soñamos con más y mejor trabajo para todos y todas porque no existe peor pobreza que aquella que priva del trabajo y de la dignidad del trabajo a su pueblo”, expresó el flamante arzobispo durante su discurso.
El mensaje de García Cuerva está en línea con el que expresó el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), monseñor Oscar Ojea, este domingo, cuando advirtió que el país atraviesa una situación “delicadísima” por la que “muchísimos trabajadores no llegan a fin de mes”.
“Nosotros vivimos en nuestro país una situación delicadísima. Hay muchísimos trabajadores y trabajadoras que no llegan a fin de mes y esto angustia muchísimo”, dijo y remarcó que “miles de trabajadores que trabajan en la economía popular”, entre los que enumeró a cartoneros, feriantes, vendedores ambulantes, mujeres que cuidan niños, personas mayores y enfermos, y personas que realizan changas para subsistir.
“Tantos trabajos en la que no rige la plenitud de los derechos, están como subocupados. Y muchas veces se ven sometidos al maltrato de opiniones que vienen de posturas de mente y corazón de mucha insensibilidad y de mucha incomprensión”, detalló.
Las palabras de García Cuerva y de Ojea se dan luego de que en la semana se conociera que la indigencia o pobreza extrema subió del 8,2% al 8,9 % y la pobreza del 34,2% al 38,7 %.
Las cifras corresponden al procesamiento de los microdatos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) que difundió este viernes el INDEC, que registra aumentos de la pobreza todos los tramos de edades.
Miles de fieles llegan a Liniers para pedir y agradecer
Miles de personas ingresaban este lunes al Santuario para pedir y agradecer al “patrono del pan y del trabajo”. Como ocurre todos los años, una larga fila de fieles esperaban su turno para ingresar a la iglesia de la calle Cuzco 150, donde el domingo a la noche se celebró la vigilia con fuegos artificiales y un festival de música.
Desde el primer minuto de de este lunes, se abrieron las puertas del templo, en medio de campanas, para dar paso a los fieles en una nueva conmemoración de San Cayetano.
En tanto, la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP) llevará adelante la bendición de herramientas y ofrendas de sus diferentes ramas a las 10.30, en el cruce de la calle Cuzco y la avenida Rivadavia.